• RIGOR IURIS reúne en torno a sí a un conjunto de profesionales del mundo del Derecho con amplia experiencia en los ámbitos procesal y extraprocesal. Ello dota a nuestro capital humano de los adecuados recursos técnico-jurídicos, primero, para evitar la caída del cliente en un conflicto judicial por medio del asesoramiento jurídico preventivo permanente; después, para la defensa de los pleitos provocados de contrario en los casos puntuales en que su evitación sea de todo punto ineludible; y en definitiva, para la presentación de toda clase de demandas, reclamaciones y denuncias en ejercicio de las acciones que asisten a nuestros clientes frente a todo tipo de perturbaciones jurídicas o de mero hecho.
De este modo, el desarrollo de nuestra labor se extiende a todos los órdenes jurisdiccionales.
• El equipo de abogados de nuestra empresa, en especial su coordinador, se han versado desde sus inicios como letrados en las ramas más belicosas del derecho desde la propiamente social-laboral, pasando por la administrativa y penal, para fijar su mayor, que no exclusiva, atención y conocimientos a la vertiente eminentemente civil de toda controversia, sea esta particular o de calado y afectación colectivas. Ello se logra con una labor asesora de marcado carácter preventivo que evalúe y analice las probabilidades de conflicto de las actuaciones acometidas a nivel individual; así como, y con especial interés y dedicación a la solución amistosa, pactada y transaccional de las divergencias y disputas enquistadas; sin olvidar, por último, el necesario pero selectivo recurso a la intervención judicial en defensa de los intereses del cliente ante la jurisdicción ordinaria en todas y cada una de sus instancias, hasta el cumplimiento íntegro de las sentencias.
Todo ello, bajo la perspectiva y agudeza de nuestro marcado Rigor Jurídico.
Nuestro particular sello de identidad “RiGoR IuRiS” ofrece un plus de calidad en el trabajo, y en el trato hacia el cliente a lo largo de cada una de las actuaciones procedimentales de manera que no se sienta solo, ignorado ni desinformado, logrando, junto con la defensa de los intereses involucrados, su implicación intelectiva, a fin de que pueda adquirir las necesarias nociones de Derecho, y de la aplicación de la Ley al caso. Pretendemos, así, que la defensa de sus intereses a través de nuestro asesoramiento, le permita obtener el bagaje jurídico-básico para interaccionar con mayor prudencia en el tráfico jurídico, en suma, una actitud innovadora de interacción.
• Sobrada es nuestra experiencia en la solución de problemas jurídicos, unos lo eran estrictamente, pero otros tenían un origen eminentemente personal, que negado por desconocido hubiera impedido su erradicación.
Baste mencionar a título de simple ejemplo, nuestra labor para mediar en problemas de familia y herencia, o también nuestro empeño en defender una causa más allá del simple juicio, sin conformarnos con su resultado, pues mientras hay vida, las partes tienen capacidad para dar la mejor solución a sus propios problemas; aquella pactada que no impuesta por autoridad alguna.
• Tampoco hemos cejado en lograr el cumplimiento de la decisión judicial, firmeza que no impide la apertura de miras hacia una solución aceptada de buen grado. Pretendemos que la Justicia de los Tribunales no se erija en la única, sino que sería una de ellas, en ocasiones la más insatisfactoria por no profundizadora. Sólo el propio interesado con verdadera necesidad buscará hasta encontrar, allá donde se encuentre, la solución al problema que le acucia. Tal visión dota a nuestra labor jurídica del ineludible componente sociológico, que atempera la imagen simbólica de la diosa Justicia con una venda en los ojos.
El estudio pormenorizado de un asunto, la involucración del cliente a la hora de relatar, trasmitir su propia historia son herramientas que permitirán la apertura del caso, y facilitarán su profundización hasta lograr la verdadera solución, y no simplemente la apariencia de verdad (verosimilitud) que, según los estudiosos de la Filosofía del Derecho, ofrecen las sentencias de los Tribunales de Justicia.
Ello no quita que los Tribunales sean necesarios, y que su labor cubra un determinado ámbito social, pero la Justicia no emana de los mismos, sino que reside en los justiciables, que convertidos en entes decisores suplirán la imperfección y lentitud de la Justicia formal.
No obstante, un Tribunal constituye una medicina muy útil si se sabe administrar, ya que su abuso pudiera resultar contraproducente, a menos que la enfermedad devenga irreversible.
• La labor del profesional del Derecho se erige así en llave de todos los conflictos, en clave de todos los enigmas, en definitiva, en puerta de acceso a la paz social, y por ello nuestra labor ejemplificadora contribuirá a la socialización del ciudadano-cliente.
No rechazamos tal responsabilidad y la asumimos con dignidad y respeto de ida y vuelta.